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Saint Gobain, una empresa fundada por el rey Sol, recula en el Levante almeriense

Lugar de la Media Legua donde se proyectaba la cantera de verita junto al futuro AVE.
Lugar de la Media Legua donde se proyectaba la cantera de verita junto al futuro AVE. La Voz
Manuel León
22:49 • 01 may. 2024

Saint-Gobain es una multinacional francesa  fundada por el rey Sol en el siglo XVII para embellecer el Palacio de Versalles. En un principio, la firma se dedicó a la fabricación de fabulosas vidrieras con papagayos y con el tiempo fue entrando en la producción de materiales de construcción a través de minas a cielo abierto como las de yeso. Saint Gobain es uno de los emblemas mercantiles de la grandeur gala. En el Levante almeriense atesora un maná, que comparte con los murcianos de Torralba: el mayor filón de yeso de Europa en calidad y en cantidad para más de 80 años.



Está en Sorbas y genera empleo y salarios, sobre todo para la flota de transporte por carretera de la comarca del Levante almeriense. Pueblos como Los Gallardos, viven, en gran parte, de ese tráfico de camiones. Casi mil cabezas tractoras van y vienen cada día, como una procesión fantasmal, de Sorbas a Garrucha y de Garrucha a Sorbas para embarcar casi ocho millones de toneladas anuales de este oro blanco que empezó a exportarse en los 70; todo esto genera riqueza, pero también muchos efectos colaterales no deseados para los vecinos de Garrucha. Por eso sería justo que alguien, en la Junta, tuviera un detalle con este pueblo sufridor de polvo y tráfico y que aprobaran el pago de alguna tasa o BICE para el pueblo. En Vera, esa misma  empresa versallesca había iniciado acciones para explotar una mina a cielo abierto de verita, un mineral apreciado en la construcción. El ayuntamiento, con su alcalde, Alfonso García, con su oposición al quite, y con los vecinos, han logrado parar lo que iba a ser un desaguisado: una cantera a los pies de la futura Estación del AVE, un ferrocarril que promete traer mucha prosperidad como veíamos en las películas del Oeste americano. Valentía la de Vera para parar la verita; cordura la de la empresa para decir que ellos no están donde no les quieren. Para ponerle la guinda al pastel, basta que alguien se acuerde también del polvo de Garrucha. Y si  el yeso no se puede parar a estas alturas, porque hay mucha gente comiendo de él, al menos que se compense a los sufridos garrucheros por comerlo sin quererlo, como pueblo turístico que también es.  









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