El día que Sanchez Llibre y Pochettino subieron andando a Montserrat

Dos goles de Iván Alonso y uno de Corominas derrotaron al Almería de Hugo

Inván Alonso se chupaba el dedo con sus goles pero los aficionados del Almería no son tontos.</title
Inván Alonso se chupaba el dedo con sus goles pero los aficionados del Almería no son tontos.</title
Tony Fernández
01:00 • 24 abr. 2014

“Mis futbolistas me han emocionado” dijo Pochettino. “El Espanyol ha sido el justo ganador del encuentro” decía Hugo Sánchez y en medio de este lío un Teixeira Vitienes que asistía al paseo militar de los periquitos por Almería.
Era la segunda temporada en Primera de los rojiblancos. Era el año de Arconada/Hugo. Eran los goles de Negredo (no ese día) los que salvaron al Almería que ya solo peleaba la honrilla.
Aquel Espanyol de rallie hizo las últimas cuentas en el Estadio de Mediterráneo y de allí al Santuario de Montserrat a cumplir la promesa a la Moreneta. Aquel Espanyol se salvó en Almería de un desenso anunciado. Decía Pochettino que le emocionó ver jugar a los suyos de una manera tan contundente.
También a los almerienses nos sorprendió ver jugar al Espanyol tan fácil siendo un equipo que se jugaba la vida. ¿Dónde estaba la presión?.
Líbreme Dios de pensar que se lo pusieron fácil aquel día. Pero no seré yo quien ponga la mano en el fuego por nadie. Aquel día (como tantos otros) hubo un Milagro en Almería y algo tendría que ver la Moreneta, tanto como la Santísima Virgen del Mar.
Aquellos dos goles de Iván Alonso y el de Corominas fueron el comienzo de una agradable relación entre clubes. Ya se llevaban bien de antes pero es que Almería y en la jornada 37 fue determinante en el currículum de Pochettino y en la gloria presente del Espanyol.
Aquella Liga se fueron a Segunda División: Betis, Numancia y Recreativo. Ah, se me olvidaba, nos superó en un punto el Espanyol en la clasificación, ellos 47 y nosotros con 46. Uno detrás de otro y como buenos hermanos.










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