La campana de la Torre de la Vela volvió a sonar tras casi sesenta años

La Cofradía recuperó el toque con la campana que lleva por nombre ‘Santa María de los Dolores’

El primer toque realizado por el hermano mayor de la Soledad, Javier Morcillo.
El primer toque realizado por el hermano mayor de la Soledad, Javier Morcillo.
Juan Antonio Barrios
22:37 • 16 sept. 2014

Tras casi sesenta años sin que se oyera el toque de campana de la Torre de la Vela, en la alcazaba, volvió a sonar para conmemorar los cien años desde que la iglesia instituyera el día quince de septiembre como festividad de la Santísima Virgen de los Dolores.




“La campana de la Torre de la Vela lleva por nombre ‘Santa María de los Dolores’. Según referencias históricas, el Rey Carlos III ordenó se sustituyera la antigua, más pequeña, por la actual, más grande y se le puso por nombre a la titular de nuestra Hermandad de la Soledad. Este hecho ocurrió en el año 1766 y seis años más tarde se fundó nuestra cofradía, sobre una imagen que ya existía en la iglesia de Santiago, la Virgen de los Dolores; y que gozaba de gran devoción entre los almerienses”, señala a LA VOZ el hermano mayor de la Hermandad de la Soledad, Javier Morcillo Matilla.




A la hora del Ángelus, las doce del mediodía, la campana de la Torre de la Vela volvió a sonar y en esta ocasión fue realizado el toque por el hermano mayor de la cofradía. En el acto tan entrañable se encontraba la directora del Conjunto Monumental de la Alcazaba, María Luisa García Ortega; y Rosa Morales, arqueóloga conservacionista de la Alcazaba; además del diputado mayor de la cofradía, Antonio Montellano; el capataz de la Virgen de los Dolores, conocida popularmente como Soledad, Juan Miguel Fernández Viedma y el fiscal de la Agrupación de Cofradías, José Esteban Rodríguez.




Recuperar la campana
“Para que nuestra intención de recuperar los toque de la campana que lleva el nombre de nuestra Virgen pasaba por solicitar la autorización. El primero fue con la directora del Conjunto Monumental, María Luisa García;  y la delegada de Cultura de la Junta, Isabel Arévalo, quines nos autorizaron. Seguidamente nos pusimos en contacto con el encargado de inventariar todas las campanas de la diócesis, Ramón Fernández, hermano mayor del Carmen de Pescadería, quien nos indicó que el badajo, que hacía casi 60 años que se retiró, no había desaparecido y que se encontraba en un almacén de la Alcazaba. Ese fue el motivo de que Ramón Fernández fuera el que realizara los toques de la tarde, para la misa de nuestra titular, la Virgen de los Dolores, la Soledad”, concluyó Javier Morcillo.








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