Este año me ha gustado el Rayo de Paco

He visto dos partidos del Rayo Vallecano y me he quedado con la boca abierta. En Villarreal se fueron ganando al descanso y en Valencia también. Salieron presionando y robando la pelota casi en el área rival con un desparpajo impropio de un modesto.

Perdieron en El Madrigal y vencían en el Ciutat pero saben los vallecanos que su fútbol de salón les dará tantas alegrías como penas porque no es equilibrado y se mezclan grandes aciertos arriba con despistes en defensa.

Paco Jémez es un entrenador de moda y la secretaría técnica del Rayo cada año hace el milagro de poner en funcionamiento a una plantilla totalmente nueva: algo tendrá el agua cuando la bendicen.

Si esto va por juego e imagen tenemos al Rayo en Champions y al Barça campeón con Madrid y Atlético en el mismo paquete porque a los demás se les puede hincar el diente incluido el valencia que está de moda.

Siempre fuí de los equipos prácticos. Nunca me levanté del asiento para aplaudir un taconcito o una jugada determinada: soy de pan y dime tonto pero nunca de florituras.

El rayo que vaya a lo suyo y el Almería a lo nuestro ya que cada uno come en casa lo que le apetece o lo que tiene. Al Rayo lo que es del Rayo y al Almería lo que es de Francisco.

Confieso que me gusta mucho el juego valiente de los vallecanos pero no iría con las características de los futbolistas rojiblancos. No necesitamos ser la revelación ni la envidia por la posesión, parabra heredada del baloncesto que tiene poca utilidad en el mundo del fútbol.

Muchos piropos por la posesión y larga vida a los vallecanos en Primera, pero con el Almería a su lado, claro.